Mil ojos te miran expectantes desde las paredes de Social La Lechuza. Cuadros, lámparas y cientos de versiones de este simpático y atento animalito adornan el entorno en este día gris en Buenos Aires. Una puerta chica, te introduce al impactante mundo de lo culinario.\r\n\r\nSocial. En la mesa de al lado seis amigos juegan a las cartas mientras esperan su comida. El sonido ambiente se lo da la gente, que charla de distintos temas sin preocupación por lo que vendrá a su plato en pocos minutos.\r\n\r\nDe fondo se escucha a Pedro, un loro que repite “hola” sin parar e invita a los distintos comensales a pasar a saludarlo.\r\n\r\nSocial es como estar en casa.\r\n\r\nA la hora de pedir, de entrada nos habían recomendado las empanadas de carne fritas cortadas a cuchillo y la primera impresión, que siempre es la que cuenta, nos dijo que estaban preparadas por el mismísimo barba de las alturas. La segunda impresión, la de nuestro paladar, nos lo confirma.\r\n\r\nSin vueltas y todavía con las papilas gustativas de fiesta nos dejamos llevar por la recomendación del plato principal: Ojo de bife al Malbec con papas a la crema. Ganas de bailar arriba de la mesa. Como nos estamos cuidando y ya se hizo costumbre, pedimos una mila napo. El crocante perfecto del pan, el queso desbordante y lo casero del tuco característico de este plato, que se volvió tradición en las recorridas de San Telmo, nos hace difícil poder elegir un preferido entre los dos platos principales.\r\n\r\nComo amantes del buen comer, no hay éxito de entrada y plato principal sin un postre que los acompañe. Panqueque de dulce de leche con helado de crema. Total, para el verano hay tiempo y el día lo amerita.\r\n\r\nTodavía no nos fuimos y ya nos dieron ganas de volver. La ruta de San Telmo se pone cada vez más buena. Seguinos.